Baños accesibles para personas con discapacidad

La accesibilidad en los baños públicos para personas con discapacidad es una cuestión que ha ido ganando terreno en todo el mundo. Y es que ofrecer un espacio accesible a personas con movilidad reducida en baños resulta de vital importancia para mejorar su calidad de vida y evitar la discriminación. Como es lógico, estos baños públicos accesibles deben reunir un conjunto de características que permitan su uso y seguridad a estas personas. En este artículo de Suministros Sanitarios te contamos cómo se puede mejorar la accesibilidad en baños para personas con discapacidad.

La importancia de disponer baños públicos accesibles para personas con discapacidad

Más del 25 % de la población mundial está formada por personas de la tercera edad y/o con algún tipo de minusvalía. Por lo general, este colectivo tiene una movilidad reducida y ello le impide hacer uso de un baño público convencional con facilidad, algo que limita su inclusión plena en la sociedad. De hecho, un estudio realizado por Cities for All estima que el 80 % de las personas con discapacidad que habitan en países desarrollados experimentan una significativa discriminación y una serie de obstáculos que hacen que no puedan participar en la sociedad en igualdad de condiciones con el resto de ciudadanos.

En relación con las limitaciones a las que se enfrentan estas personas se encuentra la accesibilidad universal, la cual es parte de la normalización de derechos humanos y, por tanto, una cuestión que deben cumplir los entornos los cuales permiten a las personas su acceso y disfrute de forma segura, como es el caso de los baños públicos. En este sentido, la accesibilidad permite que todas las personas, con independencia de sus capacidades, puedan disfrutar del entorno sin obstáculos, proporcionando así seguridad y calidad de vida para toda la ciudadanía.

¿Qué requisitos debe cumplir un baño accesible para discapacitados?

 

El baño público es uno de los entornos en los que la accesibilidad debe garantizarse, permitiendo a las personas con movilidad reducida su acceso y uso sin obstáculos. Y para que el baño sea accesible este debe cumplir con una serie de requisitos relacionados con el espacio y la distribución de sanitarios y accesorios. A continuación, te detallamos cuáles son los elementos imprescindibles que deben integrar un baño adecuadamente adaptado y accesible.

El primer aspecto que se debe considerar es la disponibilidad del tipo de baño. Al ser “accesible”, enfatiza la normalización y, por tanto, el baño ha de estar integrado en los baños para ambos sexos. No es recomendable disponer de un baño aparte para personas con discapacidad. Asimismo, se debe mostrar el símbolo internacional de accesibilidad, junto con la palabra baño y puede aparecer el adjetivo de “accesible”, pero no se deben agregar términos como “discapacitado”.

Por otro lado, otro factor principal a tener en cuenta a la hora de diseñar un baño accesible es el espacio. En función del espacio del que se disponga, la distribución de los distintos elementos variará, pues cuanto mayor sea el número de metros cuadrados del espacio, mejor será la movilidad de los usuarios con discapacidad en el baño. En todo caso, el espacio debe estar libre de barreras y permitir un giro de 1,5 metros de diámetro de una silla de ruedas.

En relación con los sanitarios que deben integrarse en estos baños son esenciales las barras de seguridad, accesorios que facilitan la movilidad al ponerse de pie o sentarse con total comodidad y seguridad y cuya instalación en el baño es de obligado cumplimiento. Deben ser fáciles de asir, con un diámetro circular de 30-40 mm y permitir una separación con la pared de alrededor de 45-55 mm. Así, junto al inodoro es esencial colocar dos barras de apoyo de un mínimo de 70 cm, a una altura de entre 70 y 75 cm del suelo y con una separación entre ellas de 65-70 cm.

En cuanto al lavamanos este debe ser sin pedestal y su ubicación debe ser a una altura máxima de 0,85 m con respecto al nivel del suelo, dejando un espacio mínimo libre de 0,7 m bajo su cubierta, para así permitir que el usuario se pueda acercar en silla de ruedas.

Los espejos pueden ser orientables o sin inclinación. En caso de que tengan inclinación, el borde inferior debe instalarse a una altura máxima de 0,9 m en relación con el suelo. Si el espejo es orientable, su inclinación debe estar a 10º.

La grifería integrada en el lavabo puede ser automática con sistema de detección o manual, con palanca extendida de modalidad gerontológica. El alcance desde la silla de ruedas debe ser de un máximo de 0,6 m.

Y hasta aquí toda la información acerca de los baños accesibles para personas con discapacidad. Recuerda que en Suministros Sanitarios disponemos de un extenso catálogo de sanitarios y accesorios para baños adaptados.

 

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