¿Qué es un inodoro a la turca?

Cuando estamos un tiempo fuera de casa, ya sea por un viaje de unos días o por una estancia fuera de unos meses, nuestra frecuencia de ir al baño puede verse alterada ya que de alguna forma estamos saliendo de nuestra rutina. Y si a ello le añadimos el factor de que nos encontramos ante un tipo de inodoro al que puede que no estemos acostumbrados, todavía podemos tener más dificultades cada vez que tengamos que ir al baño. Imagina que llegas a un país nuevo y cuando entras al baño, te encuentras con un inodoro turco. ¡Oh, sorpresa! ¿Sabes qué es? No te preocupes porque en este artículo de Suministros Sanitarios te vamos a dar todos los detalles del inodoro a la turca.

¿Cómo es un inodoro a la turca?

El inodoro turco es un retrete sin taza a ras del suelo con un agujero en medio y dos bandas adyacentes con ranuras para la óptima colocación de los pies y no resbalarse.

Para su uso correcto, nos colocamos de cuclillas con los pies apoyados en cada una de las bandas. Asimismo, algunos inodoros turcos tienen cisterna y otros no, y en este último caso lo que se hace es usar una jarra o un pequeño cubo para tirar agua a la placa, por lo que podríamos decir que en estos casos en lugar de tirar de la cadena, tiramos de la jarra.

Las placas turcas suelen estar fabricadas en porcelana o acero inoxidable y pueden ir con o sin tapa. Así, los que incorporan tapa son una mezcla de inodoro turco e inodoro occidental y sirven tanto para sentarse como para subirse apoyando los pies a ambos lados. En nuestra tienda contamos con distintos modelos de placas turcas de acero inoxidable que aportan durabilidad y robustez y resultan ideales para uso continuado en entornos colectivos. Un ejemplo es la placa turca fabricada en acero inoxidable de Fricosmos de 750x750x133 mm. Otro ejemplo es la placa turca con tapa de rejilla en acero satinado de Nofer.

El retrete turco abunda en Turquía, pero también lo podemos encontrar en algunas zonas de Grecia o Italia, e incluso en algunos bares antiguos de España.

Ventajas e inconvenientes de un inodoro a la turca

Las principales ventajas de un inodoro turco radican en el hecho de que al ponernos en cuclillas, nos encontramos en la posición óptima para la evacuación. De igual manera, se trata de una postura más cómoda que ponerse a la altura de los inodoros occidentales, que es algo que hacemos cuando vamos a un baño público. Pues en muchos casos, cuando vamos a un bar no nos atrevemos a sentarnos en el váter y, a veces pasamos más tiempo limpiándolo con un rollo de papel que usándolo. Es por ello, que los inodoros turcos pueden ahorrarnos tiempo cuando tenemos que ir al baño en lugares públicos con alta frecuencia de uso. Por otro lado, al usar un inodoro turco en India no se usa papel higiénico, sino que se emplea una especie de manguera para limpiarse con agua y con la ayuda de la mano, lo que conlleva un ahorro en gasto de papel.

Como inconvenientes, cabe destacar que algunas personas pueden tener problemas para mantenerse agachados y ponerse de cuclillas por falta de flexibilidad o cualquier otro problema de movilidad. De igual forma, hay personas que están acostumbradas desde pequeñas al inodoro occidental, de manera que cuando se encuentran ante un inodoro turco, no logran adaptarse y llegan al extremo de sentir tal incomodidad que se bloquean al tener que usarlos y pueden incluso sufrir molestias.

Ahora que ya sabes en qué consiste el inodoro a la turca, ¿qué opinas de su uso? Si viajas y te encuentras con una placa turca puede que al principio te parezca muy extraño. Que te adaptes o no, ya dependerá de tu personalidad y de tus preferencias en el baño. Puede que te dificulte todavía más el período de adaptación y te ponga aún más tenso cada vez que tengas que ir al baño o que, por lo contrario, te haga descubrir un tipo de inodoro que te acabe pareciendo práctico y cómodo.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

PortugueseSpanish